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¿Por qué tengo ansiedad y no puedo parar de pensar?
- junio 20, 2022
- Publicado por: Rubén Fernández
- Categoría: Estrés y Ansiedad Salud Emocional
Alguna vez se ha preguntado el número de pensamientos que puede tener en un día?. Varios estudios científicos han indicado que podemos tener más de 50.000 pensamientos diarios, la mayoría repetitivos; algunos incluso pueden convertirse en obsesivos y “volverse en nuestra contra” facilitando estados de estrés crónico, intranquilidad y malestar general.
Si hoy tiene un día de esos donde se hace muchas preguntas, tal vez tenga curiosidad en la cantidad de gasto energético que implican los procesos de pensamiento en comparación con una tarea atencional, por ejemplo leer un libro. Créanme si les digo que me sorprendí la primera vez que conocí la respuesta, mis porcentajes no sólo estaban equivocados, eran lo contrario. Sin más rodeos, una tarea atencional genera aproximadamente un 5-10% de gasto metabólico, el porcentaje restante el cerebro lo destina sobre todo a mantener la supervivencia, y al acto de pensar en el futuro tomando como referencia el pasado.
Si quiere llegar al fondo del asunto y conocer por qué los pensamientos generan estados de ansiedad, le animo a seguir leyendo.
¿Quién gestiona los pensamientos en el cerebro?
El Dr. Raichle, catedrático de radiología y neurología en la Universidad de Washington es un pionero en el estudio de “Red Neural por Defecto” (RND). Sin entrar en detalles técnicos que puedan resultar aburridos, la RND está formada por millones de neuronas conectadas y ubicadas en varias zonas del cerebro. Una de sus funciones principales es recordar hechos que ocurrieron en el pasado para planear y predecir acciones futuras. Pongamos un ejemplo para entender su funcionamiento: si hace unos días estuve con mi pareja cenando en un restaurante y nos encantó estar allí (pasado), probablemente volvamos en un futuro no muy lejano. Si por el contrario el camarero se comportó mal y el precio de la cena fue excesivo, mi cerebro recordará lo sucedido y creará una predicción futura negativa. Otro ejemplo, si cuando era pequeño me gritaban a menudo y evitaba el conflicto guardando silencio, es probable que hoy en día sienta ansiedad y me cueste responder si algún compañero me grita en una reunión de trabajo. Esta red de alguna forma predispone a que el pasado sea el mejor predictor del futuro.
¿Por qué pensar nos puede generar ansiedad?.
Si ha leído los párrafos anteriores, que ya forman parte de su pasado, probablemente su RND ha predicho lo que voy a escribir ahora: esta red de neuronas está relacionada con la ansiedad.
Si en nuestro día a día sufrimos mucho estrés y además no sabemos cómo gestionarlo, nos exponemos a sufrir hiperactivación de la RND y estados de “rumiación” mental; la traducción al castellano sería: “por Dios, mi cabeza no puede parar de pensar, me voy a volver loco/a”. Efectivamente en nuestra cabeza se genera un bombardeo indiscriminado de pensamientos problemáticos que pueden terminar volviéndonos literalmente “locos”, desregulan nuestro Sistema Nervioso y favorecen estados de ansiedad, nerviosismo, dolor de cabeza, taquicardias, etc. Un ejemplo clarificador de cómo funciona esta Red son los ataques de pánico, la hiperactivación causada por un miedo mental inicial, desencadena una cascada de sensaciones corporales que a su vez intensifican el miedo a no respirar y morirse.
La ciencia ha comprobado relación directa entre que el mal funcionamiento de la RND y fibromialgia, esquizofrenia, ansiedad, Alzheimer e incluso autismo.
Soluciones INSACAVI
Por suerte existen procedimientos y técnicas prácticas que puede ayudar en gran medida a gestionar la ansiedad. En primer lugar sería recomendable acudir a la consulta de un buen fisioterapeuta y osteópata especializado en el tratamiento del Sistema Nervioso.
Desde el enfoque de la psicología le proponemos el protocolo de tres pasos fundamentado en tres palabras mágicas: observación-aceptación-rendición
Un ejemplo sencillo: el estado de ira. Lo primero es tomar conciencia de los estados internos (pensamientos, sensaciones y emociones) que aparecen cuando experimentamos ira, debemos aprender a “distanciarnos”, es decir, imagínese que está sentado en la butaca de un cine y en la pantalla se proyectan todos sus EI, como si no formaron parte de usted. El segundo paso es aceptar los EI sin establecer juicios, es muy importante no intentar controlarlos. Si cada vez que aparece la ira no reacciona ante ella con acciones/patrones del pasado, por ejemplo, gritando, criticando o enfadándose, estará practicando la rendición. Para más información le recomiendo la 2º edición del libro: “a grandes males grandes remedios: borrón y mente nueva”