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¡¡Adicción a las redes sociales!!
- agosto 2, 2022
- Publicado por: Rubén Fernández
- Categoría: Estrés y Ansiedad Salud Emocional
En la actualidad ya no resulta extraño escuchar ¡¡se ha disparado el número de personas adictas a las redes sociales (RS)!!. Las consecuencias entre otras, pueden ser la ocurrencia de problemas físicos y psicológicos debidos concretamente al mal uso de las redes. Se podría hablar largo y tendido sobre los motivos que predisponen a utilizar las RS más de lo habitual, a veces es por aburrimiento o entretenimiento, para ganar o gastar dinero, contar verdades incómodas, criticar, etc. Permítanme en esta ocasión hablar de la relación entre RS y necesidad de sentirse reconocido. En ocasiones la necesidad es tal que nos creamos una imagen falsa e idealizada con el objetivo de engañar no solo a los demás, también a ¡¡nosotros mismos!!.
¡¡No me importa lo que piensen los demás!!
¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase en boca de algún amigo, familiar, personaje público?. Seguro en más de una ocasión decimos a los demás que nuestras opiniones dependen solo del criterio personal. En este sentido puedo pensar por ejemplo que mi predilección por los productos azucarados o por un tipo de mujer/hombre se fundamenta exclusivamente en una idea propia y mi cerebro es inmune a la influencia de los medios de comunicación, familia, etc. La realidad es que en la mayoría de los casos, por no decir en todos, las decisiones siempre dependen de información inconsciente. Por este motivo puede no ser acertado pensar que gozamos de “libre albedrio”.
¿La necesidad de reconocimiento puede convertirse en un problema?
Como se suele decir a todos nos gustaría experimentar en la vida 5 minutos de gloria. El problema es cuando nunca es suficiente y siempre buscamos más y más momentos “endorfina”, fáciles de conseguir por ejemplo gracias a la aprobación de los demás. Puede no importarnos conocer a los seguidores más fieles en nuestras redes, aunque vivan al otro lado del mundo lo importante es que se suscriban al canal y compartan buenos comentarios. Este modus operandi termina transformando las relaciones sociales en algo frío, impersonal y sin valor humano.
No es raro recibir en consulta pacientes con profundas necesidades de reconocimiento y baja autoestima. Pueden llegar a inventarse literalmente partes de su vida falseando su aspecto físico y/o personalidad. Al final la verdad deja de importar, el objetivo es crear la imagen más adecuada y conseguir muchos seguidores. El mayor problema a este respecto, como a veces les explico a mis pacientes, es que se puede lograr engañar a miles/millones de individuos en la RS, pero ¡¡es imposible mentirse constantemente a uno mismo sin sufrir consecuencias!!. Es prudente valorar en qué persona nos convertimos con tal de cumplir nuestras aspiraciones y expectativas.
Ser reconocido y admirado a pesar de la adicción
En el campo de la psicología hablamos sobre “deseabilidad social”. Explicado de forma breve y sencilla sería la tendencia a comportarnos en consonancia con determinados patrones sociales establecidos. Cuando nos adaptamos a estos patrones es más fácil sentirnos seguros y confiados, ¿por qué? precisamente ajustarse a creencias sociales deseables aumenta la posibilidad de obtener reconocimiento personal evitando sentirse rechazado.
Como no, las redes sociales (RS) son el lugar y ejemplo por excelencia donde se consensua un prototipo perfecto y por tanto idealizado de usuario que cumple con los requisitos de extrema belleza física, prodigiosas capacidades mentales y sublime equilibrio emocional. Inevitablemente no es raro pensar que, para conseguir muchísimos suscriptores la mejor opción es ser lo más similar al prototipo de moda que causa furor en las RS. El tema es que las modas cambian y pasado un tiempo aparece otro nuevo “usuario modelo”. Las consecuencias, sobre todo entre jóvenes más vulnerables, son el desconcierto e inseguridad respecto a su identidad y valores a potenciar, al intentar ajustarse a un referente ideal y falso inalcanzable que cambia cada dos por tres sin criterio definido y claro.
Al principio bucear por las RS puede ser un simple juego o entretenimiento, en ocasiones la necesidad de admiración lleva a la adicción y a profundos dramas personales y familiares.
¿Por qué pueden enganchar tanto las redes sociales?
Cuando se cumplen nuestras expectativas, por ejemplo conseguir cientos de like, miles de seguidores, valoraciones y comentarios positivos, etc. se activan en el cerebro los llamados “centros de placer” que nos predisponen a repetir las mismas conductas y acciones. Nuestro cerebro nos dice “quiero más, tanto en número como en intensidad!. Por otro lado, conseguir tantos admiradores puede ayudar a crear una falsa sensación de seguridad, valía e incluso superioridad que acaba enganchando y activando un estado especial de bienestar acompañado de pequeños momentos eufóricos. Ante tal tesitura nos esforzamos, a veces hasta la extenuación y el estrés crónico, en mantener y experimentar de nuevo este estado físico y mental. Nos volvemos adictos a nuestras propias emociones y sensaciones.
¿Qué virtudes ofrezco a mis seguidores?
Hay algo bastante claro, quien pasa muchas horas en RS y tiene comportamientos adictivos es raro que acepte con facilidad su problema.
Por supuesto no se puede generalizar, pero si resulta imposible ajustarse al prototipo de moda, se intentar seleccionar las mejores virtudes y capacidades. Si alguien no se considera especialmente guapo/a o atractivo/a se pueden usar los famosos filtros o descartar la opción de subir fotos en bañador marcando barriga cervecera. Si por tanto el físico no es nuestro fuerte está la opción de colgar frases célebres y dar a entender que por lo menos somos cultos e inteligentes. Otras veces se usa el ingenio, el humor o de todo un poco. La verdad es que no pasa nada por intentar vivir 5 minutos de gloria, el problema es creer que se nos recordará eternamente en las redes sociales.